Si de algo puedo enorgullecerme, es de no ser un tipo dogmático. Aunque tengo que reconocer que si tengo un dogma y es justamente la libertad.
Digo justamente porque ese dogma inicial es, aunque suene paradójico, un efectivo destructor de cualquier otro dogma que pueda sonarnos como una agradable melodía que alivie nuestros retorcijones mentales.
El concepto de libertad es tan amplio que hasta incluye la posibilidad de despreciarla. Algo que, en cualquier otro sistema que se aleje o restrinja en cierta manera las libertades individuales, no existe.
Estas palabras surgen como una intruducción a un párrafo de la nota que escribió Sabrina L. Díaz Rato, periodista de Bloggers Report y que se publicó bajo el título de Software libre en el Estado, ¿Si o No?
Si la elección de software libre para la administración pública no es una cuestión de decidir entre una aplicación u otra, sino de velar por ciertas responsabilidades que el Estado tiene con sus ciudadanos, como resalta Busaniche, eso quiere decir que el Estado no es un consumidor más en el mercado. Por el contrario, antes que cualquier otra cosa, tendrá que tomar definiciones en virtud de la mayor responsabilidad, que es la de velar por los intereses de los ciudadanos.
Cierto. Y a pesar de la redacción basada en un descarte (si no es cuestión de decidir que aplicación …), brillante.
Porque desde mi punto de vista le puedo decir con todas las letras que NO ES UNA CUESTIÓN DE DECIDIR ENTRE UNA APLICACIÓN Y OTRA. Es una cuestión de eficiencia, transparencia, dependencia tecnológica, transferencia de divisas, estabilidad, independencia, responsabilidad, criterio, respeto a los ciudadanos, visión de futuro, muchas otras cuestiones mas que ya serían demasiado extensas de enumerar y todo, absolutamente todo esto, bajo el manto de la libertad, de elección y de uso.
El Estado no debe ser un dogmático del software libre. Tampoco debe serlo del software privativo.
Asi como ahora, por ejemplo, por mas que en una licitación uno se presente con el elemento mas eficiente, bonito y productivo, si hay otro que hace lo mismo por menor precio este último termina ganándola, tarde o temprano los políticos tendrán que empezar a considerar el costo que significa pagar licencias a empresas extranjeras, depender de actualizaciones mas frecuentes de hardware, la imposibilidad de adaptación plena de los programas a las necesidades, la disponibilidad de la documentación electrónica a futuro y la privacidad de los datos de los ciudadanos, otra vez, entre tantas otras cosas.
Es por esto que se hace difícil de entender que cualquier PC utilizada en el Estado para escribir documentos u hojas de cálculo, navegar por internet, enviar mails y tener un mensajero instantaneo tenga instalado Windows.
¿Quien en su sano juicio puede afirmar que esto es “una obligación de gastar mucho dinero en soluciones que ya tenemos hechas”?
Como bien dice Sabrina, el Estado no es un consumidor más en el mercado. Aunque eso es lo que quieren interpretar las empresas que desarrollan software privativo, ya que es mas afín a sus propios intereses que a los del pueblo que ese Estado representa y debe proteger.
Muy comentado fue el caso del acuerdo Chile-Microsoft, donde, con la excusa de poner a disposición de todos los chilenos la plataforma Live se le entregará a esta empresa los datos personales de todos los ciudadanos.
Ni que decir de la penetración que tendrá en el sistema educativo gracias al acuerdo, permitiéndoles a ellos, en forma legal, usar el lema “el primero te lo regalo, el segundo te lo vendo”.
Otro ejemplo patético es el caso argentino de la AFIP. El software desarrollado para realizar los trámites y declaraciones juradas ante ese organismo está hecho para correr sobre plataformas Windows. Esto obliga a los usuarios y contadores públicos a tener dicho sistema operativo instalado.
¿Acaso lo entrega la propia Afip con la correspondiente licencia? Jajajaja, que buen chiste.
No Sr. Si no quiere ser un evasor, vaya y compre su Windows, presente la declaración jurada en el Banco Privado de Argentina, impreso en hojas Botnia con una impresora GO con tinta original, paguelo solo con cupones Ticket Impositivo, remitanos una copia del pago por Correo Porteño y si tiene alguna duda, llamenos desde el locutorio El Auricular Chiflado a nuestra exclusiva linea celular de Persostar 15-7-tegarco.
¿Porqué es una locura pensar que todo esto es bizarro a excepción del primer requerimiento?
Por supuesto, esto no es todo. Sus datos, todos SUS datos que ingresa al sistema Siap, solo pueden ser vistos y manejados por medio del Siap. SUS archivos de datos en su propia computadora y los backups son encriptados y a nadie se le entrega la clave para que pueda hacer un respaldo de SUS datos en texto plano.
Terminemos por hoy. El Estado, (o sea TODOS NOSOTROS) debe contar con garantías de que el software no impida su uso y/o modificación del mismo para adaptarlo a sus necesidades, se pueda auditar libremente su código para proteger la invulnerabilidad y privacidad de los datos almacenados, debe contar con herramientas que le permitan hacer frente a cualquier intento de fijación de precios en ausencia de competencia y optimizar el uso de los recursos con que cuenta gracias a los aportes de los ciudadanos.
Hoy, solo el software libre brinda estas seguridades y da algunos beneficios mas, como la ampliación del mercado de trabajo para los informáticos y la independencia tecnológica, entre otros.
Y si hay algo que el software libre no tiene para ofrecer, puedo asegurarles que, de ser necesario en toda la Administración Pública Nacional, siempre va a ser mas barato, mas seguro y mas confiable desarrollarlo desde el propio Estado y repartirlo que comprar todas las licencias restrictivas necesarias.
Y aunque al día de hoy pueda erizar los pelos de mas de uno, ese es el camino que deberíamos empezar a exigir de nuestros representantes. Que todo ciudadano pueda beneficiarse de los desarrollos de software financiados por nosotros mismos.
Pero esto, como alguna vez dijo un “emprendedor” al que le falló su olfato: “no estan preparados para una idea tan innovadora”. Ya llegará el momento.
2 comentarios
Con el software libre es mas difícil transar y esas cosas, ademas el software libre es cosa de hippies y de linuxeros programadores fanaticos. ;):D:D
PD: a veces tu proteccion antispam falla, ya perdi varios mensajes :S
Autor
PD: que raro que falle. ¿la apagaste y la volviste a prender? ¿está enchufada? ¿revisaste entre el teclado y la silla?