Vuelvo vencido a la casita de mis viejos, tras mas de un año sin publicar nada por acá, solo para contar uno de los tantos episodios de esta categoría de “profesionales” con la que podríamos armar una nueva ciudad: Mar del Chanta.
En este caso, como lo pueden ya notar desde el título, se trata de un conocido lugar de reparaciones de eletrodomésticos de Mar del Plata, Reparaciones San Juan, a donde me dirigí en agosto de 2020 a tratar de conseguir un jarro licuador para mi multiprocesadora ATMA.
Un poco porque me quedaba mas o menos cerca de casa y otro porque figura como service oficial de ATMA.
Con el jarro a cuestas me apersono en el local y me informan que el costo del mismo es de $ 1.650 (mas o menos lo mismo que me costaba pedirlo por ML) y que como no tenían uno ahí, tenían que pedirlo e iba a tardar unos 15 días.
Dejo la seña correspondiente y en los primeros de septiembre comienzo a consultarlos por WhatsApp y a pasar en persona.
Y ahí empezó el baile.
Los “en fábrica nos avisan que ya lo mandaron” fueron mutando a través de las semanas a “está en el flete, pero no llegó a Mar del Plata”, pasando por el “esta tarde lo vamos a buscar” para terminar repitiendo varias veces “en el último envío no llegó, viene en el próximo”.
En la última ocasión, ya personalmente, me atiende un pibe que nunca había visto antes y al darle el remito para hacer la consulta responde con un contundente “si, ya llegó”. A lo que tras mi “por fin” se despachó con el “esta tarde lo vamos a buscar”.
Ya era diciembre. La verdad es que no tenía mucho apuro, pero terminó de joderme el boludeo organizado. Por esto, y por escrito, los intimé a la entrega en el plazo de 4 días. Los cuales pasaron sin que hubiera ni una sola comunicación de su parte para que pase a retirar el producto.
Finalmente, procedía a realizar la compra por ML, a los 5 días tenía mi jarro licuador y el chanta una denuncia en Defensa al Consumidor. Y ahí ya tuve dos problemas.
Dejemos de lado que ATMA Argentina no contestó ni uno solo de los mensajes que les envié por el formulario de su página y al mail que figura en la misma y en twitter tienen una cuenta no verificada y un CM muy interesado en tus datos.
Defensa al Consumidor debería trabajar en pos de defenderte de estos chantas. Bah, digamos que deberían trabajar.
Llamaba por t.e. y si tenía la suerte de que atendieran, nunca me tocaba que fuera el día en que estaba la gente que tenía la password para acceder a las consultas de actuaciones.
Si les mandaba mail, recibía 8 confirmaciones de lectura de 8 burrócratas distintos y pasaba una semana sin que nadie respondiera.
Cuando respondieron, en una ocasión me dijeron que “el comerciante dice que está el dinero de la seña para ser retirado” y en otra ocasión que “el comerciante dice que le avisó que no había en stock y Ud. decidió pedirlo igual”
Esto a pesar de haber enviado las capturas de pantalla del WhatsApp y todos los audios en los que el comerciante me decía “fábrica ya lo mandó”, “está en el flete” y “en el envío del jueves no llegó, el lunes seguro que llega” y cosas así.
Luego de 8 meses, tuvo que intervenir el Director General de Defensa al Consumidor, que me llamó por t.e., se disculpó, intimó al comerciante a certificar con pruebas sus dichos y convocó a una audiencia virtual de “conciliación”
En la misma, solo dejé constancia de lo chanta que fue el comerciante y que lo único que pretendía era que me devolviera la seña, la diferencia del precio que tuve que pagar por el jarro y los intereses correspondientes, y que la compensación por el maltrato me la iba a cobrar por medio de Internet 😉
Así que aquí está el antecedente, para todo aquel que tenga unos segundos en buscar “Reparaciones San Juan”, también tenga la ocasión de leer a que tipo de kioskero mecachifle se va a enfrentar.
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