lo que la gente quiere

Hace unos meses, con esas palabras definió el Jefe de Gabinete Alberto Fernandez hacia donde apuntaba la linea de acción del gobierno del Presidente Kirchner.
Aunque en esa ocasión se refería a la lucha del pueblo de Gualeguaychú contra las pasteras y a la reducción de los miembros de la Corte Suprema de Justicia al histórico número de 5, no estaría nada mal que empiecen a tomar en cuenta algunas otras cosas que “quiere la gente”.

Recordemos, para empezar, el art. 40 de la Constitución Nacional:

Art. 40.- El Congreso, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley. La ley de convocatoria no podrá ser vetada. El voto afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nación lo convertirá en ley y su promulgación será automática.

El Congreso o el presidente de la Nación, dentro de sus respectivas competencias, podrán convocar a consulta popular no vinculante. En este caso el voto no será obligatorio. El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, reglamentará las materias, procedimientos y oportunidad de la consulta popular.

Mierda. Esto si que es hacer lo que la gente quiere. Y de paso, una gran herramienta, que desgraciadamente, se está oxidando por la falta de uso.

Empecemos entonces con las cosas que se podrían consultar.

¿El Estado sigue subsidiando a empresas privadas con fines de lucro de distintos rubros (transporte, educación, aluminio, etc) o destina esos dineros a los servicios de salud, seguridad, justicia y educación que presta por si mismo?

¿Cumplimos o descartamos la parte del art. 14 de la Constitución que dice igual remuneración por igual tarea y terminamos de una vez con los pasantes y los temporales, que se han convertido en la mano de obra barata que mas lucro genera?
Ni que decir de la parte referida a la participación en las ganancias de las empresas.

¿Empezamos a hacer funcionar como se debe a los entes reguladores (del servicio que sea) o los mantenemos como lo que son, grandes estructuras burocráticas que alimentan gordos culos chatos por dos vias, la del sueldo y la del aporte desinteresado de las empresas “vigiladas” y “controladas”?

¿Hacemos valer el art. 29 de la Constitución (El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria.) para los casos de los que quedaron con sus “fortunas” atrapadas en corralitos y corralones mientras las empresas extranjeras sacaron sus verdaderas fortunas del pais, avisados por los “cavallos” de turno?

¿Establecemos una ley de Radiodifusión y una de Telecomunicaciones donde el objetivo sea informar y comunicar a los ciudadanos o dejamos que sigan siendo leyes protectoras de grandes monopolios?

¿Otorgamos personería gremial a los sindicatos que representan y brindan el beneficio de la democracia interna a sus afiliados o seguimos manteniendo sindicalistas con choferes armados elegidos por si mismos?

¿Desarrollamos un sistema electoral que permita ELEGIR o seguimos votando a uno que aparece con tipografía 72 y que enmascara el camino hacia el cargo a los 40 que no conocemos?

Como dijo el Presidente: “los argentinos no queremos ver más a perejiles presos”. Y tiene razón.
Al día de hoy todos nos sentimos unos “perejiles” presos de las “nueva política” que mas rápido que un bombero se quitan la máscara y nos muestran miserablemente su verdadera esencia, la del maquillaje y la operación.

¿Este domingo van a ira a votar? No recuerden entonces este post. Creo que se van a sentir culpables, sea cual fuere la boleta que pongan.

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