Bailando por un tí­tulo

Me lo han dicho muchas veces y otras tantas tuve que aclararlo. No soy ingeniero.
Por el solo hecho de ir a un determinado lugar donde a uno no lo conocen a realizar un cierto trabajo técnico (como en mi caso, instalar salas de diálisis o reparar algun riñón artificial) pareciera crear en la gente que te recibe la idea inmediata de tu titulación.
Y esto, también, a pesar de que todos, aun los que te ponen el título sin preguntar, conocemos algunos titulados que no dejan para nada bien parada la universidad a la que concurrieron.
Pero algo debe haber en el imaginario colectivo que los lleva a interpretar que solo las aulas universitarias son capaces de formar gente apta para realizar tareas muy específicas o especializadas.

Es por esto que, aunque no es ideologicamente una persona de mi agrado, entiendo a Blumberg. Pero entenderlo no significa justificarlo. Sobre todo, porque aunque me desagrade tener que aclararlo cada tanto, lo hago.
También, tengo que reconocer que el haber trabajado de bastante jóven en un hospital me puso en contacto directo con la parte mas denigrante del uso de los títulos, que es la de tratar de sacarle ventaja y/o pretender “ser mas” que tu interlocutor. Es también por esto que nosotros, los de mantenimiento, mas de una vez hemos llevado hasta la puerta de mala manera al “señor Doctor” residente de primer año que no entendía que el cartel “prohibido el acceso a toda persona ajena al sector” no era invalidado por un título de médico.

No puedo creerle a Blumberg cuando habla de la costumbre y de “metí la pata”. Sospecho que, como he visto a tantos, el no haber podido acceder, por los motivos que fueran, a la posibilidad de anteponer el título al nombre, el ego se siente acariciado cuando el resto de la gente te lo adosa.

Con Telerman, el tema se transforma en pintoresco, ya que un buen defensor puede alegar tranquilamente que el término “Licenciado” puede aplicarse a cualquier persona que tenga licencia para algo, asi como hace mucho tiempo se dio un caso de quien usaba en sus tarjetas un Ing. que atribuyó a la abreviatura de “ingenioso”.

Y esto me hace recordar a Chaparrón Bonaparte, gran personaje de Roberto Gomez Bolaños, cuando tenía, indefectiblemente, este diálogo con Lucas:

CHAPARRÓN: ¿Oye Lucas?
LUCAS: Dígame Licenciado.
CHAPARRÓN: ¡Licenciado!
LUCAS: ¡Gracias, muchas gracias!
CHAPARRÓN: No hay de queso, nomás de papa.
LUCAS: ¿Me decías?

Bonus:
Como Google te entierra, a veces. (ver los footers)
Hoy y ayer.

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4 comentarios

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    • Alejo el 19 de junio de 2007 a las 23:47

    Como anillo al dedo, Javier. No se si habrás pasado por mi blog, pero estoy totalmente en contra de la matriculacion obligatoria de informáticos.

    Esas cosas solo dan una falsa sensacion de seguridad y, para colmo, solo benefician a un selecto grupo de ladrones.

    Se le da mayor preferencia a los papelitos de colores que a lo que uno realmente es capaz de lograr.

    En fin. Éxitos y saludos!

  1. Javier, es verdad… me ha pasado muchas veces de ir a arreglar las macanas de otros, y me han llamado Ingeniero… teniendo que replicar que aún sigo estudiando la carrera y que posiblemente nunca llegue a ser Ingeniero… sino nada más que un Analista (titulo intermedio).

    El caso es que, luego de aclarar que no sos ‘Ingeniero’, te pelean el precio… te van en contra de las decisiones, te llaman a la hora que se les canta… (cabe aclarar que si está fuera de mi horario de trabajo…no atiendo) porque creen que de ‘ahi en más’ hasta que no consigas el ‘Ing.’ antes de tu nombre… ellos son superiores a vos…

    En fin… ni hablar de los conocimientos… muchas veces tuve que rebatir ideas de “Ingenieros” (si, los que tienen titulo) ya que estaban meando fuera del tarro… y repito, soy un modesto estudiante de 3° año de universidad…

    Vuelta a tu blog…me encantó el post de los personajes, pero no puedo postear, es mi conexión bendita de fibertel que por lo visto algo le quedó en el medio y me tira error ‘justo en ese post’ jejej

    (Y lo de google… una sola cosa… JAJAJAJAAJJAJAJAJ!…. ahora no es nada…).

    Abrazo,
    Fede

    • Javier el 20 de junio de 2007 a las 10:26
      Autor

    Alejo:
    No se si vos habrás pasado por este blog :mrgreen: 😆 😛 pero a la izquierda tenés el banner de noalamatricula 8) .

    Fede:
    Coincido por haber sufrido algunas cosas similares y haber visto algunas burradas escandalosas de los titulados.
    Es muy obvio que si no entrás a la universidad con algo de calle, cuando te largan, mas vale que entres en una multinacional de miles de empleados, para que no te hagas notar mucho.
    Si vas directo a ocupara el sillón de sistemas en una pyme, solo con lo que sacaste de la facultad, chau pyme.

    • Hernan el 21 de junio de 2007 a las 7:21

    Es cultura popular ya la de poner un titulo que no corresponde, la mayoria acostumbra llamar de Doctor a un medico o a un abogado, cuando es sabido que no lo son, salvo por aquellos que han hecho el doctorado, como estudiante de abogacia, es lo de lo primero que te aclaran cuando entras, no podes ponerte el titulo de doctor ni en la placa, avisos clasificados y ni mucho menos en las tarjetas…. lo de ingenioso… me gusto XD

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