Alierta, neutralidad en peligro

Cesar Alierta es el presidente de Telefónica. Cualquiera podría decir que es un empresario importante, en vista del lugar que ocupa.
Y visto desde ese punto, hasta se podría decir que si.
Pero cuando uno ve las maneras en que hacen sus negocios, o, como en el caso que nos ocupa, la forma de pensar en los mismos, solo podemos decir que es como la gran mayoría de los grandotes: aprovechan el tamaño de la espalda porque no tienen suficiente cerebro.

Alierta quiere que los buscadores le paguen por usar sus redes. O dicho de otra manera, quiere que Google, Yahoo y Bing le paguen para que los clientes de Telefónica, que ya le pagan por conectarse a Internet, puedan acceder a sus páginas en forma mas rápida y sin limitaciones.

A pesar de que se me pueda tratar de xenófobo o discriminador, no me extrañan estas actitudes de un empresario español. Todo aquello en lo que se meten termina produciendo un problema a los clientes, además de pasar inmediatamente a la rebajada categoría de usuarios.

Podrán decir que Telefónica (o cualquier otra empresa española) es grande, rentable, que se expanden, que sus acciones se cotizan, etc, etc, etc. Pero todo esto se ve en los mercados monopólicos de los cuales sacan sus mayores tajadas.
Empresarios como Alierta tienen una sola cosa en la cabeza:

El negocio de los otros tiene que ser el negocio nuestro.

Me explico mejor con sus propias palabras.

Quiero decir: las redes las ponemos nosotros, el peering lo hacemos nosotros, los sistemas los hacemos nosotros, el customer care lo hacemos nosotros, el servicio de post-venta lo hacemos nosotros, el servicio de instalación lo hacemos nosotros, lo hacemos todo. Quiero decir, ellos tienen algoritmos y los contenidos. ¿Cuál es la estrategia de Telefónica? Esto va a cambiar, estoy convencido, va a cambiar

No se si se entiende el concepto. Alierta dice: “Ellos tienen los algoritmos y los contenidos”
Es el reconocimiento implícito de que ni Telefónica ni sus asociados son capaces, algo que ya demostraron con Terra y otros sucedáneos, de generarlos.
Y, por lo tanto, hay que colgarse de los contenidos ajenos para incrementar el ingreso sin hacer otra cosa que lo que venimos haciendo hasta ahora y que ya es rentable.

La analogía cae de madura. Alierta, si fuera un empresario vial, trataría de cobrarle a Ford, a Chevrolet, a Fiat y a cualquier otro fabricante de autos una parte de las ganancias que le genera la venta de esos coches a sus empresas solo por el hecho de que van a usar sus autopistas. Eso, obviamente, sin dejar de cobrarle el peaje a sus usuarios.

Esta forma de actuar de empresas como Telefónica no es solo un riesgo para la neutralidad de la red.
Es un riesgo para cualquier clase de emprendimiento productivo que utilice Internet como plataforma.

Con la forma de pensar y actuar de Alierta y Telefónica nos están empezando a decir que se van a apropiar de Internet.

Que todo aquello que pase por sus redes va a ser analizado, desmenuzado paquete por paquete y, en caso de encontrar algún tipo de negocio que no se les ocurrió (ni se les habría podido ocurrir), van a cobrarte el diezmo.

De ahi a venderle información de tus opiniones o comentarios a empresas y gobiernos hay una linea muy delgada que los empresarios españoles no demuestran ser capaces de ver, muchas veces por miopía aunque la gran mayoría de las veces por hacerse los ciegos.

Lo que está avisando Alierta no es solo una cuestión de negocios. Si para el, pero no para nosotros.
Nos está avisando que se van a convertir en el Gran Hermano. Y punto.

En la nota de FayerWayer que linkeo mas arriba se asombran del “desconocimiento” de las leyes que regulan el uso de Internet. Vamos, por favor muchachos, esta gente no desconoce nada, lo único que hace es mostrarnos que se cagan olímpicamente en las leyes actuales y nos avisan como van a ser las leyes que van a regir el día de mañana.

¿Que nos queda por hacer?
Yo creo que poco. Los gobiernos son muy afectos a salir en los diarios al lado de alguien que dice “este año invertiremos quichicientos millones de euros en ….landia”.
Solo hay una cosa que les duele: la guita.
Y si queremos pelearle, la ideología no va a ser suficiente. Habrá que empezar a demostrar, ante las secretarías de defensa al consumidor o los tribunales, que el modelo de negocio que implementan genera perjuicios a los usuarios.

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