Sobre el aumento del subte

Otro post de esos cortitos y al pie.
En C.A.B.A. le tiraron el subte a Macri por la cabeza, con la mitad de los subsidios a ese transporte, con un pedido de aumento de sueldos del personal del 30% y la criticósfera Nac&Pop salió a matarlo.

Existe un informe de la Secretaría de Transporte, de magnífica factura, una de esas cosas que deberían mostrarse en una vitrina pero que “casualmente” no es tan promocionado, que muestra, entre muchas cosas, los niveles adquisitivos de los usuarios de servicios de colectivo, tren y subte.

Justamente, lo que evidencia este informe, es que de 7 niveles definidos de poder adquisitivo, la mayoría de los usuarios de tren está en los niveles 2, 3 y 4 (de los mas bajos), los de colectivo en niveles 3, 4 y 5 y finalmente, los de subte, en 4, 5 y 6.

Evidentemente, los niveles 1 no están en muchas condiciones de andar movilizándose por cuestiones económicas, ni los de nivel 7 tienen necesidad alguna de tomar transporte público porque pueden bancar completamente cualquier tipo de translado privado.

Pero, lo importante es que la medida, tiene varios argumentos para reducir los subsidios a este transporte, como que el subte lo toman en su mayoría clase media y media alta, de la misma manera que en en un momento se justificó el impuesto tecnológico porque “los que se pueden comprar un iphone pueden pagarlo”.

Y resultó que, ahora, lo que ocurre es que no tenemos iphones (por suerte, opinión personal 😉 ) y si los televisores mas caros del mundo.

Ajá, ¿que es lo primero que compran las clases mas bajas? Pues cocinas, heladeras y televisores. No iphones.

Por esto es que estoy sorprendido de tanto maniqueísmo por parte de quienes no lo pueden ver a Macri ni en la sopa. Entre ellos, yo, pero la diferencia conmigo es que no me manejo por dogmas políticos, sino por una gran frase de Jorge Raul Lombardo, intendente de Mar del Plata en 1963:

Entendi siempre a la politica como sinonimo de ciencia para el gobierno; jamas acepte que se la pudiera tergiversar, convirtiendola en estrategia electoralista, ni se la usara tampoco para la destrucción de honras, ni de afectos, ni de sentimientos, ni de ideales.

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