Un día …

Un día decidimos seguir a un líder y olvidarnos del esfuerzo de ejercer nuestro librepensamiento.
Un día decidimos nombrar D10S a un sorete que nació sabiendo lo único que supo hacer durante toda su vida.
Un día decidimos que los ferrocarriles eran un problema pero necesitamos 52 muertos para asumirlo.
Un día decidimos que los paredones cercanos a las líneas de una cancha de futbol eran peligrosos, pero necesitamos que se reventara la cabeza un jugador.
Un día decidimos que un presidente viejito pero honesto era una tortuga.
Un día decidimos que un presidente fascista y manipulador de los poderes del Estado era un modelo.
Un día decidimos que éramos derechos y humanos y que el silencio era salud.
Un día decidimos que había que mandar a lavar los platos a los científicos y otro que había que repatriarlos aunque solo pudiéramos darles platos para lavar.
Un día decidimos que la colimba no servía para nada pero necesitamos que entregara la vida el Soldado Carrasco para que eso ocurriera.
Un día decidimos que el aguante estaba por encima de del reconocimiento al mérito.
Un día decidimos que el que está al lado nuestro, aunque se hubiera afanado una fábrica de billetes, no era un chorro.
Un día decidimos que estaba todo mal y nos recagaron a palos en la Plaza de Mayo y a los 2 días decidimos que estaba todo bien porque de nuevo eran “nuestras” las Malvinas.
Un día decidimos que un técnico que le indicaba “pisalo, pisalo” a un futbolista era pintoresco.
Un día decidimos que esos tipos “parados en el paravalanchas y con la bandera, nunca mirando el partido” eran una maravilla.
Un día decidimos que en vez de evitar que le tiren botellazos a un jugador de futbol debíamos evitar que la buena puntería de un imbécil hiciera que la botella impactara en una cabeza.
Un día decidimos que llevar a nuestros hijos a escupir los retratos de “gorilas” era una buena preparación para la vida.
Un día decidimos que no podía ser tan malo que los periodistas se hicieran una extra recibiendo sobres de la S.I.D.E.
Un día decidimos que la peligrosidad de una persona se convertía en un estigma, una violación a su derecho a ser violento, si intentábamos que no fuera peligrosa para los demás.
Un día decidimos que un fiscal que investigó poco y nada y se gastó una millonada de guita merecía aparecer muerto con una bala en la cabeza.
Un día decidimos que era mas traumático que un chico no pasara de grado a que se convirtiera en un lumpen.

Ahora pienso si el 14 de mayo de 2015 lo recordaremos, algún día, como el día que decidimos abrir la puerta para que asesinar a un deportista solo por ser del equipo contrario no sea imposible.

Nota: este post salió muy rápido. Es probable que haya miles de días mas en que decidimos cosas que nos terminaron impactando como sociedad. No creo que sea necesario mostrar mas que estas poquitas cosas, el botón de muestra de una sociedad pervertida por la desidia.

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