Papeleras y papelones

No puedo resumir más que en esas dos palabras lo que están haciendo los gobiernos, tanto Argentino como Uruguayo con el tan mediático tema de las papeleras a instalarse en la costa del rio Uruguay.
Por el lado de Uruguay, el médico oncólogo Tabaré Vazquez, en ejercicio de la presidencia, parece agradecerle a Jorge Battle haber autorizado una industria que le va a permitir contar con clientes suficientes como para asegurarse la vejez si la jubilación de presidente no le alcanza.
Por el lado de Argentina, un Gobierno Nacional que se vió desbordado y no supo para donde disparar cuando los futuros cancerosos cortaban las rutas y que ahora, tras el retiro de Uruguay de las negociaciones, no hace otra cosa que gritarles “cagones” desde la vereda de enfrente.

Patéticos por donde se los mire.
Hasta el gobernador Busti, subido en segunda instancia a los cortes de ruta, luego solicitador de “señales” de buena voluntad levantándolos y ahora comiendosé la buena voluntad uruguaya con rabanitos y condimentada con la poca credibilidad que le queda.

Los únicos que han mantenido una linea de conducta, honesta y respetable, han sido los vecinos de Gualeguaychu y su Asamblea Ciudadana, junto a los de Colón y Concordia.
Son ellos los que van a sufrir las consecuencias de este disparate, donde nuevamente, los políticos han mostrado hasta que punto están totalmente desvinculados de su pueblo y sus problemas, aunque en diferentes maneras.

El gobierno uruguayo, que se autodenomina socialista, haciendo el caldo gordo a empresas que, con algunos millones de dólares de inversión los convencen de ser lo mejor que les pudo pasar.
Sin embargo, esa gente viene a usurpar miles de hectareas de bosques crecidos a la sombra del trabajo esclavo e infantil.
Vienen a usar en su provecho y en forma gratuita, el agua de un rio que se va a llevar sus desechos.
Vienen a ocupar empleados a los que le van a pagar una miseria.
Se establecen en uno de los paraisos fiscales sudamericanos, donde podrán pagar menos impuestos y hasta blanquear, como hacen con el papel, dineros espurios.

Porque, y para que nadie diga después que fueron engañados, estas papeleras solo vienen a esta región del mundo para conseguir mayores ganancias que las que logran en sus paises de orígen.
Es el eterno “dame más” de los accionistas y la imposibilidad de reducir a la servidumbre a los trabajadores europeos y los costos de no ensuciar hacia afuera y reciclar.
Que no vengan a decir después que esas empresas “creen” en el pais. Lo que en verdad creen es que esos paises están gobernados por idiotas útiles que van a producir a sus ya ricos accionistas los rendimientos que sus propios paises no les permiten.

Para finalizar, no termina de convencerme el discurso del Gobierno Argentino. ¿Acaso no es mas contraproducente que un Ministro diga que el Presidente Uruguayo es un títere de las empresas papeleras que los cortes de los puentes que unen ambos paises?
¿Creen que le van a tocar el amor propio a alguien que se encuentra entre la coima y la traición?
Si algo tiene pendiente el gobierno Argentino es acompañar con énfasis y acciones la protesta del pueblo entrerriano. Caso contrario, y aunque suene mas pesimista que de costumbre, esto va a costar muchas vidas, a corto y a largo plazo. Y no creo que mucha gente de Gualeguaychu lo permita cruzada de brazos.

Compartir via ...Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on email
Email

2 comentarios

  1. Un aporte al debate por las “papeleras”, y en particular del “papel” que juega cada actor en el conflicto.

    Crónicas de la Iglesia y el Banco, la Asamblea y el Estado, la Filosofía y la Ciencia, y las Papeleras

    http://comambiental.blogspot.com/2006/04/crnicas-de-la-iglesia-y-el-banco-la.html

    Saludos.

    • SARBURU el 19 de agosto de 2006 a las 12:25

    Estoy de acuerdo con que los vecinos de Gualeguaycgú han mantenido una línea de conducta, pero discrepo con los de honesta y respetable, creo que honesto hubiera sido analizar adecuadamente el proyecto que data del 2002, tiempo tuvieron y demostrar al pueblo oriental que sus efectos realmente son contraproducentes para el ambiente y la vida de la gente de las proximidades, es claro que Fray Bentos a 5 km de las plantas sería muhco más afectado que Gualeguaychú a 30 Km.
    Esa etapa, la de informar al pueblo oriental y después debatir presentando las pruebas no lo realizaron y a cambio eligieron los cortes de ruta que afectaron a la población de Uruguay pero no a las empresas.
    Hoy el apoyo en Uruguay a las pasteras supera el 87% y deriva de un enfrentamiento basado en pocos argumentos y muchas prepotencias.
    El gobierno uruguayo, obedece a la voluntad clara de su propio pueblo, y se respalda en él. Lo del trabajo esclavo e infantil es falso e insultante para los uruguayos los cuidados orientales con respecto al respeto a los derechos de los trabajadores es ejemplar.
    Que las empresas busquen, lógicamente, mayores ganancias que las que logran en sus países de origen y por eso se instalen en otro lado, es lógico y para Uruguay conveniente, instaladas en Finlandia y España no aportan nada de trabajo a la región.
    El pueblo uruguayo exige que ofrezcan trabajo, cumplan las leyes y aporten a la mejora de las condiciones de vida de las personas que viven en la región, parece lógico también.
    A veces hay que evitar una coherencia que sin razones simplemente es terquedad, si los vecinos de Gualeguaychú tienen argumentos tan válidos como para llegar a los extremos de cortar una ruta en incumplimiento del Tratado de Asunción e insultar a un pueblo entero es de suponer que los pueden aportar y serán convincentes. De lo contrario si solo es un capricho no obtendrán nada y el conflicto se extenderá de manera interminable porque verán erguirse las papeleras frente a sus ojos en forma inexorable respaldadas y protegidas no por un gobierno sino por un pueblo, como los gobiernos pasan pero los pueblos habrá papel para rato.
    Tengo la esperanza que predomine la razón y se aporten datos de ambos lados para un diálogo verdaderamente productivo que aporte a la solución y no al conflicto, en eso el gobierno argentino debería abstenerse no ha demostrado ni la vocación ni la capacidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.