Democracia. Palabra extraña si la hay, dado que cualquier forma de explicarla deja dudas por todos lados.
Gobierno del pueblo para los griegos, gobierno, del pueblo, por el pueblo y para el pueblo según A. Lincoln y la peor forma de gobierno, excepto todas las otras formas que se han probado de tiempo en tiempo, según Churchill.
Pero yo me quiero quedar con las palabras de Mandela, ya que las mismas tienen un significado diametralmente opuesto a las de Alfonsín, a quien respeto en su responsabilidad de cuidarla durante los primeros años, cuando dijo “con la democracia se come, se cura y se educa”.
Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento.
Mandela nos deja en evidencia. Si bien durante los primeros años era necesario cuidar esa cáscara vacía para evitar que se volviera a romper, nadie entendió, ni entiende, que defenderla, hoy en día, significa llenarla con comida, medicamentos y educación, como mínimo.
Y esta responsabilidad está en nuestras manos. Las manos de todos los que hemos tenido la gran suerte de acceder a la educación que nos permite ver los desastres que nuestros “representantes” cometen día tras día.
Nos hemos desentendido del concepto. Nos resulta mas fácil votar y quejarnos de lo que mal hacen o dejan de hacer aquellos a quienes otorgamos nuestra soberanía popular que aprender de los errores y votar a otros.
Nos la pasamos argumentando que son todos chorros pero les seguimos abriendo la lata para que metan la mano, aun casi 70 años después de que Nicolas Repetto alertara, desde el editorial de La Vanguardia, que “La gente pide a gritos una política de manos limpias y uñas cortas.”
Hoy vamos a festejar 25 años de democracia ininterrumpida. Extraño festejo donde casi la mitad del pueblo argentino no recuerda lo que era vivir en dictadura. Excluyo de esta cuenta a los que demuestran no querer recordarlo.
Y donde ningún ciudadano de menos de 40 años siquiera recuerda las penurias de una democracia ultrajada por la violencia y el asesinato con fines políticos, como la que se vivió durante el último período de gobierno de Peron e Isabel.
Es bueno entonces que reflexionemos, que busquemos en el recuerdo o en la historia lo que podemos perder si no bancamos este experimento, el único hasta ahora que ha sobrevivido a cosas peores que las que terminaron desestimando a las dictaduras, monarquías, plutocracias, teocracias y otras acias que basan su poder en la dominación y la violencia.
Democracia, Feliz Cumpleaños!!!!
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[…] Salinas y los 25 años de democracia.. que muchos que se la dan de victimas ni recordaron […]