Este es un post solidario.
Walter es un diseñador multimedial que sufrió las penurias de haber comprado un mueble y no haber recibido exactamente lo que el pagó. Un producto de menor calidad, con fallas, enviado treinta días después de la fecha de entrega, con faltantes y con un servicio post-venta que trataba de sacarselo de encima como cliente.
Desgraciadamente, el post donde contó estas vivencias está siendo reformulado, ya que fue amenazado con una carta documento, y no se puede ver, por ahora, el post completo que inició este asunto.
Pero si está disponible el que escribió ahora, mostrando la patoteada de Carpintero Young, el censor de la web.
Vaya entonces, desde aquí, mi solidaridad y apoyo para Walter.
Si estás leyendo, tenés un blog y te parece injusto lo que le están haciendo, hacete un post y contribuyamos al efecto Streisand.
4 comentarios
Saltar al formulario de comentarios
Javier, agradezco tu apoyo y sinceridad para conmigo. Realmente es un tema indignante pero lamentablemente en este país hay que aprender a convivir con ellos. Y como bien vos decís la forma de sacar del medio a este tipo de personas es haciendo pingback del asunto y lograr que la mayor cantidad de personas se enteren.
Te mando un abrazo!
La verdad me da verguenza ajena, ya que mi viejo trabaja en el rubro de la fabricación de muebles, y no se puede creer que haya gente tan garca
Una busqueda en Google no habla muy bien de ellos:
http://carpinteroyoungestafa.blogspot.com/
http://www.pablogarin.com.ar/2008/06/26/carpintero-young-el-estafador-de-merdado-libre/
http://www.funkblogjob.com.ar/personal/sr-fitzerald-young-de-carpintero-young-aqui-tiene-mi-respuesta/
Y podria seguir poniendo links 😀 seguramente no tienen idea como funciona esto de “la internet”
Autor
Walter, nada que agradecer.
Uno siempre tiene presente estas palabras:
“Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí”
y trata de actuar en consecuencia.
Puff… que truchada.
Te venden una porquería, o sea que te reclavan/cagan y encima ni derecho a la protesta.