La única oportunidad

Este es un post de política local de Mar del Plata. Si no te interesa ninguno de los dos temas, seguí con otro blog de tu lector de feeds.

Gustavo Arnaldo Pulti es la persona que asumirá como Intendente de la ciudad a partir del 10 de diciembre. Tras dos intentos fallidos de acceder a ese puesto, finalmente, se dió el dicho de la tercera es la vencida.
Y si es capaz de ver los motivos por los cuales los habitantes de esta ciudad lo votaron, será su única oportunidad de encarrilar el desastre en que se ha convertido el gobierno municipal, antes que sus propios votantes se cansen de ver que todo es igual, nada es mejor.

En una época, Mar del Plata era socialista. Pero mas que por razones ideológicas, lo era por el despojo casi total de cuestiones partidarias a las que se sometían los elegidos.
Una vez en el cargo, el comité quedaba a un lado. El objetivo era la ciudad y su gente. Una situación cuasi paradójica, donde ganaba el partido político que hacía las obras que no se veían (agua, desagüe, cloaca).
Asi, quedaron en la memoria de muchos mayores los nombres de Rufino Inda, Teodoro Bronzini, Jorge Raul Lombardo y otros.
Pero hoy, estos mayores ya no influyen en la elección ni tienen siquiera una oferta socialista que se acerque mínimamente a la categoría de los nombrados. Mas aun después de que Luis Nuncio Fabrizio tirara por la borda 60 años de historia de honestidad y trabajo aceptando ser Comisionado del Proceso de Reorganización Nacional.
Al igual que muchos otros radicales y peronistas de todo el pais, vale aclararlo. Pero de un socialista, era lo último que se esperaba y con decir “lo hice por la ciudad y su gente” no alcanza. El error, cometido aun sobre aviso, lo pagó el partido socialista y la propia ciudad que hoy se encuentra en la miseria tras el paso de una buena cantidad de buitres.

Decía, pues, que el voto de los habitantes de Mar del Plata puede interpretarse como un síntoma del cansancio ante una evidente inactividad gubernamental y una muy activa dinámica partidaria.
La falta de respuestas ante un basural que se eleva sin visos de detenerse, un tránsito caótico que genera muertes en “accidentes” todos los días, un transporte público que se puede equiparar al transporte de ganado, la falta de atención e insumos de las salas de primeros auxilios sumadas a un Hospital Regional saturado, el uso del 70% de los recursos presupuestarios destinado a salarios de empleados municipales, un conflicto portuario al que nadie quiere quedar pegado y la ausencia casi total de obras de infraestructura, entre muchas otras deficiencias, contrastan significativamente con las aspiraciones a cargos provinciales y/o nacionales de un intendente que terminó perdiendo la mitad de su caudal de votos (48% en 2003, 25% en 2007).
Aspiraciones que, en definitiva, terminaron por poner al intendente mas tiempo fuera de casa, preocupado por su propio porvenir que resolviendo efectivamente los problemas que se acumulaban en su mesa de entradas.

Es por esto que solo veo una interpretación posible para estas elecciones: los marplatenses quieren que, de la misma manera que lo hicieron los socialistas en el pasado, el intendente y los concejales se dediquen a la ciudad que los eligió y no utilicen dicho puesto como un mero trampolín hacia otros cargos.

Pulti ha recibido de la ciudadanía un cheque en blanco con fecha de vencimiento. Que esa fecha de vencimiento llegue a los 4 años dependerá en gran medida de lo que haga en el primer año y medio de gobierno.
En el estado en que se encuentra la Municipalidad de Gral. Pueyrredón solo le queda ser audaz y ejecutar políticas de gobierno que, aunque no sean nuevas, han sido olvidadas por los gobernantes de turno desde el ’83 a la fecha.
Deberá jugarse con el tema de los empleados municipales, que hoy suman unos 7.000 para una población de 700.000 habitantes. Por un lado, implementar el ingreso por concurso sin ninguna clase de excepción. Y por el otro, reorganizar completamente el funcionamiento de la administración central y los entes descentralizados, con el objetivo de incrementar el personal que brinde servicios efectivos a la comunidad y minimizando el administrativo.

Con un sistema informático catalogado de “inexistente” por los expertos designados para su evaluación por parte de Pulti y una ordenanza aprobada que impulsa el uso de software libre, la movida mas provechosa sería comenzar, ya, con el análisis e implementación de una solución informática basada en software libre y hardware no monopólico.
Ya se habló en un momento de cifras cercanas al millón y medio de pesos en licencias solo de MS Office. Si a eso le sumamos el soporte técnico de la plataforma propietaria y la obsolecencia de muchos elementos que componen la red municipal, la única inversión que permitirá reducir esos costos en el futuro no está en el parche sino en el borrón y cuenta nueva.
Hoy, en este tema, la mejor inversión es justamente en personal capacitado que libere a la Municipalidad lo mas posible de la dependencia externa. Y ese dinero puede perfectamente extraerse de las partidas que terminarían engrosando los bolsillos de una de las personas mas ricas de la tierra y transfiriendo dicho monto hacia los informáticos marplatenses, que dicho sea de paso, abundan.

Sería muy conveniente que revisara la licitación del transporte colectivo. Ya desde mi otro blog he publicado datos incontrastables sobre como la ciudadanía de menores recursos y con capacidades diferentes han sido vapuleados y ninguneados por los concejales que prepararon los pliegos. Es obvio que no se podrá anular la licitación (cosa que también les vendría de perlas a los transportistas), pero si se podría negociar el mecanismo de pago por kilómetro recorrido y obligarlos a cumplir plazos y condiciones que hoy nadie les exige.

En la rama de tránsito solo hace falta salir a controlar. A cualquiera que maneje por la ciudad que se le consulte sobre el tema dirá que los inspectores municipales brillan por su ausencia, o que cuando se los ve pareciera que están paseando. Tal como me sucedió a mi, que, en medio de un embotellamiento, veo dos motoristas a las que les reclamo se queden a ordenar el monumental quilombo de coches y me contestaron “no hay personal”. Mierda, ¿y ellas que eran, ángeles del infierno?

En salud y educación la fórmula es incrementar el presupuesto. Otra no queda si queremos que estos dos servicios sirvan para algo.

Y en cuanto a obras, creo que mucho no se le podrá pedir. Con un déficit cercano a los 70 millones de pesos anuales la prioridad debería ser reducirlo y bregar en las oficinas provinciales y nacionales por ayuda para poder construir mientras se sanean las cuentas.
Y aqui cabe mencionar un punto que será conflictivo.
Parte del trabajo indispensable para la reducción del déficit tendrá que apuntar, al mejor estilo Montoya, a concientizar y perseguir a los grandes contribuyentes que no sobresalen económicamente como tales. Y entre todos estos, se destacará necesariamente al Sr. Aldrey Iglesias, dueño del Hotel Hermitage y del Diario La Capital, nombrado por muchos medios como el promotor y financista de campaña del recientemente elegido Pulti.
Separar los tantos y demostrar que no asume con “deudas de juego” que condicionen su accionar de gobierno será fundamental a la vista de sus votantes. Si no hace este esfuerzo y seguimos viendo entre los deudores, beneficiados o no con moratorias sucesivas, a los mas notorios empresarios marplatenses alcanzados por injustas condonaciones o exensiones impositivas, el cheque en blanco pronto comenzará a mostrar una fecha de pago.

Resumiendo: El nuevo intendente tiene una única oportunidad. La oportunidad de hacer las cosas como se debe. Bien. Con la mente puesta en la comunidad y su futuro y no en su futuro personal o de su agrupación política.
Si logra desprenderse de las ambiciones de elevarse de categoría como lo han hecho sus predecesores, tendremos Pulti para rato. Algo que en la actualidad no puedo afirmar que sea bueno, pero que si cumple con su función como no lo ha hecho intendente o comisionado alguno en los últimos 30 años, estoy seguro que sabré reconocerlo públicamente.

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