¿Que era lo que se festeja un día como hoy?
Ah, si, tener un gobierno propio.
Recordemos a Moreno, entonces, sobre lo que debe ser un gobierno:
El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal.
Y para cumplir con esta frase, nos dejó otra. La mas maravillosa declaración política sobre cual es el camino a seguir:
Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce, lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía
Festejemos, eso, festejemos casi 200 años de incumplimientos.
Fuente: El Historiador
6 comentarios
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Este tendría que ser un día de reclamos y protestas, no un día de festejos…
Tomando la consigna: ¿Que Festejamos?
Creo que podemos festejar que ya tenemos edad para convertirnos en Nación. Con un origen complicado y violento, es cierto.¿Pero que pueblo vivio su historia en un lecho de rozas?
Creo que festejamos esa frase de Moreno que cita Javier y que simpre nos conmueve. Pero tambien festejamos habernos sobrepuesto a la perdida de Moreno en su mejor momento vital y de tantos otros. Y sobre todo, festejemos poder construir un futuro.
Un Abrazo
Autor
Josepzin: coincido ❗
Andrés:
En principio, gracias por pasar por el blog y dejar tu comentario.
Ahora, la frase de Moreno, creo que ya no la tenemos para festejarla sino para hacerla realidad.
La Argentina tiene pendiente la revolución social que debió darse en 1932 y que fuera abortada por el militarismo nazi fascista.
Ya desde esa época es que cambiamos de tiranos, dándole la razón a Moreno por lo que escribió 100 años antes de que ocurriera.
Y esto se produce porque no hemos podido revertir el modelo que niega la ilustración y rebaja día tras día el listón a cruzar.
Venimos perdiendo generaciones de ciudadanos porque la política necesita gente dócil que suba a los micros y coma tranquilo el choripán.
Hoy los que van a golpear las puertas de los “cabildos” no quieren saber lo que se trata. Juegan ese juego y la política no los denuncia, sino que los aplaca con la dádiva.
Lamento no poder acompañarte en el optimismo, pero la posibilidad de construir un futuro, como están las cosas, no me parece demasiado factible.
Es decir, como el chiste. Dicen que hay una vida mejor, pero es muy cara. Parece que hay un futuro mejor, pero no para el pueblo.
Solo para aquellos que comienzan a conformar una clase política que cada día se parece mas a las épocas del “ya votaste pibe” que a la época de la autopista de la información.
Hoy estamos necesitados de gente que se atreva a patear escritorios desde los lugares de poder a los que accede.
Quienes no tenemos ni tuvimos ni nos permitieron acceder a esos lugares, estamos para trabajar acompañando a quienes sean capaces de arriesgar y jugarse por mejorar las cosas y no hacer la plancha por mantener el lugar.
No quiero tener que volver a leer a un Rizzi que me pida que YO denuncie a su compañero de bancada porque fuma. Quiero ver gente que ponga las pelotas arriba de la mesa cuando se trata de defender principios.
Mientras eso no ocurra, poder construir un futuro va a seguir siendo una linda esperanza condenada a muerte.
Saludos
Mucho de lo que dice Javier lo comparto. Pero aun así me parece que hay que poner el énfasis en buscar comprender el pueblo que nos ha tocado porque somos parte de él. Se pueden enumerar más cosas negativas y eso creo que nos puede servir como método para el análisis. Pero una vez hecho el diagnostico, no nos queda otra salida que el optimismo.
Una vez que hemos tomado la dedición de no suicidarnos, tenemos la obligación de ser optimistas. A partir de allí: ¿Que clase de hombre puede vivir en esta realidad si tratar de cambiarla?
Un Abraso
Autor
Andrés:
Lamento no poder acompañarte en el optimismo, aunque tampoco me estoy desviando hacia el suicidio.
Hoy, tratar de cambiar la realidad, implica una carga que muy pocos pueden soportar. Y mucho menos, cuando el propio sistema político los ve como un peligro.
Supongo que habrás leido mis notas sobre el tema del voto electrónico. Si no lo hiciste, te recomiendo que lo hagas, ya que con ese caso vi claramente hasta donde las formas importaron muy poco con tal de lograr objetivos.
Mientras esto siga así, yo sigo con lo que puedo y soporto. Pero no me hagas sentir obligado a ser optimista. La desilución posterior puede ser demasiado fuerte 😉
Otro abrazo
Yo soy optimista por naturaleza, pero hay que ser realista… la Argh. es como es desde siempre, y los dirigentes son cada vez peores (o iguales a todos, no se)… asi que por ahi no se ve mucha posibilidad de cambio… Además, los políticos salen de entre la gente, es una muestra del material que hay… 🙁
Y llevamos 200 años como nación, la excusita de que somos un país joven ya no sirve más. En este mismo período países como Japón o Alemania se convirtieron en imperio, cayeron y volvieron a levantarse varias veces.