Leo en Revista XXIII, N° 381 del 27/10/2005, la nota de Martín Caparrós titulada “YO NO VOTÉ”.
En la misma, explica:
El voto en blanco solía ser el recurso democrático para pelearse con el poder político. Con todo el poder político: no solo con el que gana o puede ganar una elección; también con el que no tiene la más mínima chance. El blanco – es obvio- es un modo de decir muchachos, muchachas, ninguno de Uds. me interesa ni un poquito
(da un ejemplo de como un candidato logra el 50% de los votos al no contar los votos en blanco). El truco es burdo, pero lo hacen funcionar. A mi me molestaba y, aún así, sigo votando en blanco a veces. Pero este domingo hicieron mas: me desaparecieron. En la página web del Ministerio del Interior, www.elecciones2005.gov.ar donde aparece el escrutinio oficial de las elecciones, los votos en blanco no están en ningún lado.
Martín: viste, te blanquearon 😉
Para el Ministerio del Interior, el escrutinio provisorio terminó el 24 de Octubre a las 7 de la mañana, mas o menos. No solo que no hay mas datos que los publicados hasta ese momento, sino que no puede encontrar mas que publicaciones sueltas de otras provincias como Santa Fe, donde, por ejemplo, el voto en la ciudad de Rosario llegó al 71 % del padrón, con un voto en blanco del 7% y anulado del 3%.
También veo en dicha provincia que en el 2003, voto a gobernador y vice, una participación del 75 % y un voto en blanco del 15 %.
En el 2005 se ve una participación del 73 % y un voto en blanco del 13 %, a fuerza de hacer cuentas y suponer que todo los votos desaparecidos algo eran.
En resúmen, en Santa Fe, cuando se juntan 3 personas, una y pico no votó a nadie.
No puedo menos que sentir cierta emoción por haber decidido hace tiempo que no iba a votar mas, hasta que se cumplieran algunas condiciones, entre las cuales, y en primer lugar en la fila, figura que yo pueda votar UNA persona, y que ese voto no implique darselo también a 34 desconocidos mas.
Lo que cuenta Caparrós en su nota es algo que venimos criticando desde hace mucho. La falta de opción a la hora de querer decir “necesitamos otra cosa, no solamente elegir lo que nos ofrecen”.
Poder decir democráticamente que los defensores de la democracia le están haciendo poco favor a la misma defendiéndola de esa manera.
La realidad nos indica que nos están alejando de la democracia real y participativa. Solo nos consideran “válidos” si elegimos entre miseria, mas miseria y mucha más miseria.
Y despues se quejan que la gente está “desencantada” con la política, ja!
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