Creo que para ningún argentino que tenga una conexión a internet ha pasado desapercibida la noticia de la confirmación del procesamiento de los dueños de Taringa! por la supuesta violación del régimen legal de la propiedad intelectual, apuntándoles por medio del art. 72 inciso a) de dicha ley.
Hay varios ya que publicaron sus opiniones. Desde la parte legal, tenemos a Gustavo Arballo y al Estudio Lexar. Estos últimos, representantes legales de T!
Desde el lado informático, porque desde lo mediático dan vergüenza ajena los escritos, he leído a Mariano y su post en Denken Über , a Tumbadito, a Derechoaleer, a Claudio en quemarlasnaves.net, a El Perro y a los propios Taringa!. También a algunos otros, pero de estos me han quedado algunas ideas picando en la cabeza, por lo cual, sobre ellos está montada la base de lo que viene a continuación.
Para empezar, sería bueno que antes de seguir con mis delirios, pasen primero por el cuento “Derecho a leer“, de Richard Stallman, que ya 14 años atrás comenzó a mostrar lo que se viene si los gobiernos y las justicias siguen avalando la codicia empresarial de los contenidos.
Bien, ahora si. Esta es mi opinión, y si no les gusta, lo lamento, a diferencia del chiste de Groucho Marx, no tengo otra.
Taringa!, que se presenta como un sitio de “inteligencia colectiva”, a mi me parece que es un portal que se aprovecha de mucha gente. T! (sus dueños) gana plata gracias al “trabajo” de muchas personas que lo surten de contenido. En forma anónima muchos, con nombre y apellido otros, llenando páginas y paginas de links, noticias, videos e imágenes conforman eso que dan en llamar “comunidad”.
Comunidad que en cierta forma demuestra que la suma de inteligencias no necesariamente genera una inteligencia superior.
Taringa! no me parece que sea un fiel exponente de la lucha por la libertad de expresión. Y la razón es demasiado simple: Taringa! censura. Este es el post en el que comenté esta circunstancia.
Por desgracia, los links a la cache de google no funcionan porque ya han desaparecido, pero las imágenes que publiqué en Facebook están visibles aún para quienes no tienen una cuenta en esa red social.
Recomiendo, en este punto, también leer los términos y condiciones de T!, en especial el punto 8.1 referido a “uso prohibido”. Ahi podrán comprobar que, tal como lo indico anteriormente, los post a los que hago referencia en el párrafo anterior no encajan en ninguna de las categorías indicadas en esos términos, por lo cual, la eliminación de posts que tan solo tenían fotos de una determinada linea política implican censura, lisa y llana.
Esto último sería muy interesante que lo vean quienes se han autoproclamado “los negros de Taringa!“, ya que la meada fuera del tarro ha superado bastante los bordes del mismo.
Yo no escribo uno de esos blogs de tecnología “serios”, como ellos los llaman, pero tampoco voy a defender a Taringa! porque lo que ha hecho la justicia, en una gran parte del fallo, es repudiable.
Taringa! no es un ejemplo válido de lo que tenemos que defender. Lo que está en juego, tal como lo dice Stallman en su cuento, es nuestra libertad de compartir el conocimiento. Taringa! no es Wikileaks, Taringa! no es Potel y el solo hecho de considerar que “los usuarios de Taringa! son sólo niños de entre 13 y 17 años que ya se les pasará la racha cuando toquen una teta por primera vez” no es un buen argumento para encuadrar su defensa en la lucha de clases entre “los negros de mierda y las elites intelectuales“.
Por esto es que siento que Taringa! me toma por pelotudo cuando dice “no podemos investigar el destino final de cada uno de los 20.000 post diarios que recibimos” en la página explicando la situación legal que no permite comentarios. Con la censura a las imágenes anti-K y con la eliminación de post que han sido citados en otros blogs, ha dado muestras suficientes de que tienen algunos recursos para hacer lo que dicen que no pueden y hasta de arrogarse el derecho a decidir que es lo que podemos ver o no, aunque no figure dentro de los “usos prohibidos” que ellos mismos decidieron. ¿Habrá algún compromiso publicitario en esta actitud? Yo no lo se, pero muchos indican que si, que han recibido bastante dinero de parte de las arcas gubernamentales.
Para ir redondenado, el caso me parece merecedor de un viejo dicho: “si te gusta el durazno, aguantate la pelusa”
El durazno, no requiere de mucha explicación: es la guita. La pelusa es lo que ahora les está pasando: juicio, procesamiento, embargo.
Para conseguir el durazno no labraron la tierra, no pusieron las semillas, no regaron las plantas, no les quitaron las malezas, no agregaron un tutor en cada planta, no desparramaron abono y tras un año (o varios) de esfuerzo, tampoco comenzaron a subirse a las escaleras para recolectar el fruto y menos lo trasladaron al hombro hasta el cajón que finalmente deberían haber ofrecido en el Mercado Central.
Según mi punto de vista, lo que hizo T! fue poner un par de hectareas con un cartel de “acá se puede plantar duraznos”, dejó que el resto se dedicara a plantar, no le importó demasiado si no se regaba o si había un gran pastizal y se olvidó de todo el resto, excepto, claro, la comisión que les correspondía luego de la “venta”.
Ahora ya lo saben. Si quieren pelear contra los monopolizadores del conocimiento o los mercaderes de la cultura, cuenten conmigo. Voy a donde sea necesario, acompañaré los proyectos de ley que modifiquen el status quo imperante, levantaré toda pancarta que exija el respeto de nuestra libertad y nuestro derecho al ascenso social basado en el trabajo y el esfuerzo.
Pero yo también tengo límites, y Taringa! es uno de ellos. Todavía les falta demostrar mucho para que pueda considerarlos de los nuestros.
He dicho.
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