La Municipalidad de Gral. Pueyrredón comenzó a pagar, en cuotas, una sentencia de la Corte Suprema por la que se la condena a abonar la suma de unos 2 millones y medio de pesos a la empresa Pradera del Sol S.A., dueña del cementerio privado Los Robles, por la anulación de un decreto que les reconocía una deuda por servicios no prestados.

La noticia puede verse en el diario La Capital.

Este mismo diario, a principios de año, publicó la noticia de la sentencia en una nota que explica muy bien como se llegó a esa situación, de la que corto y pego los párrafos importantes:

en 1995 el intendente Mario Russak firmó un decreto en el que le reconocía una deuda con el cementerio privado Los Robles, deuda surgida del mantenimiento de 1.500 parcelas que al parecer nunca se utilizaron.
Cuando asumió Aprile, tras estudiar el contrato, estableció que se había asumido una deuda sin causa. Por ello Aprile y su equipo de gobierno decidieron que esa operación era inconveniente para la comuna, que se trataba de un daño para las arcas de la Municipalidad y por lo tanto lo revocó de manera directa.
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La Corte Suprema resolvió que la Municipalizad debió haber efectuado ante la justicia la figura de “acción de lesividad”, y que había sido intempestiva la decisión de Aprile.

En fin, tenemos a un intendente que reconoció una deuda por servicios no utilizados. Otro intendente que, por ahí mal asesorado, revoca mal ese reconocimiento de deuda. Y un grupo de abogados, de asesoría letrada, que no hicieron las cosas bien.

Ahora, ¿el actual intendente, además de pagar por obligación, les iniciará juicio a Russak, a Aprile y a estos abogados que no nos asesoraron como correspondía?

Porque también dice la nota periodística que “En la Ley de Procedimientos Administrativos municipal (ordenanza general 267/80) se establece que “las autoridades administrativas no podrán revocar sus propias resoluciones, en asuntos que den lugar a la acción contencioso administrativa, una vez que la resolución hubiese sido notificada a los particulares interesados. Si se dictase una resolución administrativa revocando otra consentida por el particular interesado, éste podrá promover el juicio contencioso administrativo, al solo efecto de que se restablezca el imperio de la resolución anulada“.

¿Se entiende? En el año 80 ya se había escrito que no podían hacer lo que 15 años después hicieron y le costó 2,5 millones al pueblo marplatense.

Estaría bueno que María Julia Alsogaray no sea la única obligada a devolver lo que se le quitó a los ciudadanos.

Ayer o anteayer, en uno de esos ratos en que voy manejando, escuché por la radio, creo que por la FM del Sol, a un tipo que hablaba maravillas de nuestro intendente Pulti. A tal punto que llegó a decir que “su intendencia va a quedar en la historia equiparada a las mejores intendencias socialistas”.

Y lo primero que recordé de las administraciones socialistas fue su voluntad de hacer las cosas en forma transparente, con ética, optimizando recursos y evitando el derroche y por sobre todas las cosas, con la cabeza puesta en la ciudad y no en el sillón.
No por nada estos políticos se jactaban de que las obras no se veían porque estaban casi todas enterradas. Su preocupación por el pueblo marplatense estaba centrada en satisfacer sus necesidades básicas de servicios sanitarios como el agua corriente y la cloaca, los desagües, la educación, la salud, y también la optimización del gasto, ya que entendían que habían sido nombrados administradores y no patrones.

Hoy, el diario La Capital publica una nota con el título “Pulti se comprometió a recuperar la carrera administrativa municipal“.
Y de dicha nota rescato este párrafo:

durante la reunión los profesionales alertaron sobre “la desnaturalización de la carrera administrativa”. La respuesta del jefe comunal fue reafirmar su compromiso de “recuperar dicha carrera” al tiempo que garantizó que “ningún empleado será designado a dedo en planta permanente y mucho menos con un cargo jerárquico”.

Y, en vista de lo escuchado previamente por la radio, no pude dejar de recordar que las comparaciones, aunque siempre odiosas, son necesarias cuando de quedar en la historia se trata.

Y aunque no encontré el texto de la vieja ordenanza 2000, si llegué hasta una nota de la Sra. Marta Lamas, también publicada por La Capital, en la que aborda el tema de “La política, como ciencia para el gobierno” recordando la actuación del mejor administrador que tuvo nuestra intendencia, el Sr. Jorge Raul Lombardo.

Y ahí se notan las diferencias. Al punto de llegar a poner seriamente en duda las palabras del entrevistado por radio. A continuación, transcribo algunos de esos puntos fundamentales:

Asume el 12 de octubre y comienza inmediatamente su obra de gobierno. Esta había sido planificada en los meses previos, entre los que se encontraban los siguientes proyectos: Modernización de la técnica de ejecución del Presupuesto; Reforma y ordenamiento del código tributario
municipal, de la ordenanza general de impuestos y planeamiento de la estructura interna de la Dirección de Rentas; Estructura de un Código Administrativo Municipal; Organización de un servicio estadístico municipal, y con un grupo de especialistas franceses trató la posibilidad de contratar un estudio que se encargara de la planificación, ejecución y financiación de obras de desarrollo urbano en el Partido de Gral. Pueyrredon.
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el 26 de noviembre de 1963 promulga la Ordenanza 2000 que reglamenta el ingreso de personal a la Municipalidad, inclusive entes descentralizados, instituyendo el concurso público. Este acto fue ampliamente considerado como un principio de ética administrativa.
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Correspondió a su gestión la creación del sistema de escuelas y jardines de infantes municipales,
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Asimismo, su preocupación por dotar de espacios verdes y para esparcimiento, propicio que en distintos puntos de la ciudad se destinaran terrenos municipales para crear plazas …. muchas de ellas de estructuras modernas con diseños no tradicionales, con anfiteatro y espacios para la practica de deportes.
Varios barrios fueron dotados de servicio de agua corriente y desagües, y se erradicaron algunos asentamientos precarios de viviendas.

Y al final de la nota, la autora destaca una frase de Lombardo que adquiere, en estos días, una actualidad pasmosa, teniendo en cuenta que fueron dichas hace casi 46 años:

“entendí siempre a la política como sinónimo de ciencia para el gobierno; jamas acepte que se la pudiera tergiversar, convirtiéndola en estrategia electoralista”.

¿Que tal, eh?
¿Recordará estas cosas el entrevistado a la hora de declarar tan livianamente el ingreso en la historia de la ciudad del actual intendente?

A ver, profundicemos un poquito nomás.
Pulti va a cumplir dos años de su mandato y recién ahora “se compromete” a recuperar la carrera administrativa municipal. Lombardo, asume un 12 de octubre y la ordenanza 2000 se sanciona el 26 de noviembre. 45 días.
Casi la mitad del tiempo que lleva sin responsable la Oficina Municipal de Información al Consumidor, tras haber sacado de ese puesto a Ariel Ciano para nombrarlo como Secretario de Gobierno.
Apenas unos 15 días mas de lo que tardó en enrocar al Subsecretario de Gobierno, Fernando Gauna, hacia Desarrollo Social.

Mientras tanto, y al mejor estilo radical, los puestos se fueron creando y cubriendo a dedo, como de costumbre. De vez en cuando, alguna grosería salta a la vista, como la designación del hijo del titular del EMDER como profesor de EGB.
Y aquí es donde recuerdo una de las anécdotas que muestran, en forma mas clara, la diferencia. Uno de los ejemplos que siempre contó mi viejo fue el de la hija del Secretario de Educación de la administración Lombardo.
Ella era maestra, y cuando se comenzaron a habilitar las escuelas municipales, debió presentarse al correspondiente concurso fijado por la ordenanza 2000. Concurso que no pasó y por lo tanto, no fue nombrada. Y ni se les hubiera ocurrido nombrarla a dedo. Y mucho menos, que la maniobra se comenzara a publicar en los medios para tomar medidas.

Y daría para contar muchas diferencias, pero el post se está haciendo muy largo. La relación con los responsables del transporte público, la falta de acción contra los problemas ambientales, el Código de Ordenamiento Territorial y las constantes excepciones que no son vetadas y varios etcéteras mas.
Ni que hablar de la falta de disponibilidad de funcionarios que está acechando al intendente, que debe hacer malabares para cubrir las renuncias.

Pero, por sobre todas estas, la gran diferencia, que merece repetirse:

“entendí siempre a la política como sinónimo de ciencia para el gobierno; jamas acepte que se la pudiera tergiversar, convirtiéndola en estrategia electoralista”.