La Dirección de Transporte y Tránsito no para de crearle problemas al Intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti.
Desde que asumió, el 10 de diciembre, al día de mañana (77 días), serán tres los directores que habrán estado en ese area.
El primero de ellos, Juan José Arteaga, comisario retirado, renunció con la única explicación de “problemas personales” que muchos interpretaron como un eufemismo de “con lo que tengo no puedo hacer nada y voy a quedar pegado en cualquier momento”.
El segundo, Víctor Bengolea, capitán en actividad y con licencia para ejercer este puesto, tuvo que ser echado por el intendente tras dejar ir tranquilamente manejando su auto a un ex subordinado, el cual conducía sin registro de conductor y en evidente estado alcoholico.
En el día de mañana se sabrá quien será el nuevo Director de Tránsito que esperemos tenga menos “problemas personales” y comportamientos corporativos que sus antecesores, y pueda delinear una política tendiente a reducir la estadística que abruma a Mar del Plata, la de ser una de las de mayor tasa de “accidentes” de tránsito del país.
Mientras tanto, vaya este puntual aplauso para Pulti. En un ambiente como el político, donde la duda solo cabe para el resto y nunca para los propios y donde se exige condena firma para desplazar a un funcionario, estas actitudes permiten mantener la esperanza de que las cosas se pueden hacer bien sin tanto problema.
(a menos, claro está, que esto haya sido un pase de facturas del personal municipal de tránsito hacia el personal de la policía provincial por algún pariente detectado en infracción y “no salvado”. Esperemos que no haya sido así ni que el Secretario de Gobierno haya recibido la amenaza de “o lo sacan a este o los denunciamos públicamente, les paramos la Dirección y los dejamos sin la recaudación que están ingresando por las multas”.)
Fuentes: E-True y 0223.com.ar.
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