Yo soy de esos tipos que consideran que hay una sola forma de hacer las cosas: bien.
Por eso, cuando veo cosas que son producto de la improvisación o del capricho, se me sube el andaluz a la cabeza.
Hace años que en Mar del Plata están instaladas, en cada esquina, las señales que identifican los nombres de las calles y su altura. Y desde el día que empezaron a aparecer, vi dos cosas que nunca pude entender.
Una: están puestas en la esquina contraria a la que, según mi humilde opinión, deberían estar.
Ejemplo: venimos manejando con el auto y no sabemos de que lado vienen los autos en el próximo cruce. Buscamos el cartel en la esquina. Lo encontramos, pero al verlo, la flecha nos anoticia que los autos vienen del otro lado, del contrario al que estamos mirando.
No soy técnico en señalética y ni en respuesta cerebral, pero la experiencia propia me dice que mirar hacia un lado y no encontrar el cartel nos hace mirar hacia el otro mucho más rápido que si vemos el cartel, focalizamos la flecha, interpretamos que estamos mirando para el lado equivocado y si tenemos suerte, no estamos abajo de un colectivo cuando movemos el cogote para el lado correto.
Hoy, por fin, y luego de tantos años de comentar esto y que me miren con cara de “como se nota que te sobra el tiempo” leo en puntonoticias.com que Ricardo Héctor Vega, licenciado en Criminalística y perito en Accidentología Vial de Mar del Plata, piensa igual que yo.
Ahora, hagamos un pequeño stop. Don Vega sabe. Estudió para eso. Yo soy un simple técnico en electrónica y juego a ser administrador de servidores gnu/linux. Sin saber lo que se enseña en el lugar donde aprendió Don Vega, aprecio lo mismo que el desde la simple lógica de quien va manejando.
¿Es posible que haya tanto idiota dando vueltas y que siempre tengan la oportunidad de aparecer en los lugares donde mas se nota?
Porque no encuentro otra lectura posible. Si alguien que sabe y alguien que usa la lógica opinan lo mismo, el que puso esos carteles entonces ni sabe ni es lógico. Ergo, es un idiota.
El segundo punto tiene que ver con la altura de las calles. Durante años, muchos, los carteles indicaban dos alturas. La de la cuadra a la izquierda y la de la cuadra a la derecha del cartel.
Ahora, dios sabe que carajo indican. Ves un cartel a la derecha que dice 1500-1600, pensás “el 1500 a la izquierda” y cuando doblás, te encontrás con el 1400.
Pareciera que a alguien se le ocurrió la genial idea de pensar que el cerebro racionaliza la información (recuerden, mientras se maneja) de la misma manera que un matemático mientras mira un fractal. Y por eso puso los números de forma tal que indicarían, el primero la altura de la cuadra en la que está instalado el cartel y el segundo la cuadra siguiente.
De esta forma se da también la circunstancia de que si la esquina tiene dos carteles ubicados en diagonal, un cartel marca una altura y otro cartel otra.
Para este caso Don Vega no ha dicho nada, pero …. ¿estaré meando fuera del tarro o la lógica sigue siendo mas correcta que los discursos de los que instalan carteles?
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