El diario La Capital de Mar del Plata publica una noticia bajo el título de “Un marplatense de 17 años es el hacker que atacó una radio“. Dejando de lado la ya inútil necesidad de intentar concientizar a los medios sobre las diferencias entre un hacker, un cracker y un boludo, igualmente, la noticia debería ser otra.
Veamos algunos párrafos de la nota en cuestión:
El 10 de marzo pasado el sitio web de la radio LV6 Radio Río Cuarto fue atacada por un pirata informático y la dejó fuera de servicio. Un golpe a la libertad de expresión fue lo primero que la empresa responsable de la emisora salió a decir, sin saber aún que quien estaba detrás de la maniobra era un adolescente de Mar del Plata, jugando a ver si el “truco” que compartía con otros navegadores de internet funcionaba.
Otra vez, sin entrar a discutir términos como el de pirata, una intrusión en un medio periodístico es interpretada, en principio, como un ataque a la libertad de expresión. La verdad, no hay nada peor que cuando la prensa busca prensa. En fin, ya deberíamos estar acostumbrados. Igual, tomen nota de la fecha del ataque. sigamos.
… el hacker se hizo de grabaciones de gente conocida a partir del año 1930. Esos registros históricos estaban protegidos en un servidor (“computadora madre”) a la que el intruso tuvo acceso a partir de una serie de claves decodificadas.
El mayor problema para la radio es que, de manera imprudente, sus encargados de informática no habían hecho una copia de seguridad, por lo cual todos esos archivos pasaron directamente a manos del entonces desconocido hacker.
Ajá, que bonito. Registros históricos, no backupeados, almacenados en una computadora a la que se puede tener acceso encontrando algunas claves en el sitio de una radio. ¿Ser un ñoqui informático no es delito aun?
Yo ubiqué a este hacker, a partir de indicios. Cruzando datos se consigue. Es un chico de 17 años, que vive en Mar del Plata, que pertenece a un grupo que se conocen por Facebook y Messenger, que consiguieron una receta para hackear una página y querían ver si servía. Fue casual.
…
El adolescente -quien no estudiaría informática, sino que apenas sería para él un pasatiempo- quedó imputado de infracción a los artículos 194 y 183 del Código Penal…
Las palabras del investigador, refiriendosé a un script kiddie sin nombrarlo de esa manera, y dejando al desnudo la triste realidad.
…los policías secuestraron la computadora que utilizaba el menor y un teléfono celular.
Pero mirá vos, que bárbaro. Un gran aporte a la justicia. Aunque, dada la forma en que actuó este pibe, capaz que esa computadora, 5 meses después, contiene aún todos los registros de la conexión, están los archivos que sacó, el programita que usó, etc, etc. Eso si, si hubiera sido un hacker, varios estarían prestos a pasar vergüenza delante del juez al informarle que solo encontraron unos videos de Barney.
La noticia debería ser otra.
Que uno o un par de idiotas tuvieron a su cargo la preservación de un archivo histórico digital y que ahora deberán compensar a la sociedad por haber permitido, con su inutilidad, que se perdieran.
Que fueron condenados a limpiar las cunetas de Rio Cuarto con la lengua durante 20 años.
Que sus jefes han sido destinados a peinar pingüinos en la Antártida y que sus puestos han sido abiertos a concurso para ser ocupados por gente idónea.
Pero no, esta clase de noticias no vende. Pero encontrar a un hacker de 17 años, que al final no era tan fiero sino que de puro pedo le sirvió un programita hecho por otro, amerita 3/4 de página policial.
Comentarios recientes