Parece que las empresas, en tiempos de crisis, hacen que sus empleados se pongan mas pelotudos que de costumbre. Este mes que pasó tuve unos problemas con la tarjeta de crédito Visa, que si bien no fueron desesperantes, el boludeo al que fui sometido alcanzó para un post.
Todo empieza el 1ro de febrero, mientras reviso la forma de pagar el impuesto inmobiliario en cuotas, en la página de Visa. Confuso. Informan todo por separado, cuando será la cuota del impuesto, pero el interés, el seguro, la comisión, el sivava, en fin, todos los gastos extras no está cuotificados y ni siquiera te informan si te los cobran todos juntos en la primera cuota o los dividen.
Para peor, acostumbrado a usar el portal de Red Link, donde luego de ingresar, si querés hacer un pago o una transferencia, tenés que volver a ingresar tu contraseña, veo debajo de todo el listado de cargos un botón de “continuar”, el cual en realidad es el de “aceptar pago”, pero que te lo informan arriba, bien arriba, como para que el cliente que está tratando de entender que mierda le quieren cobrar no lo vea.
Asi que recién tras pulsar el botón “continuar” me entero que realmente era el botón “pagar”.
Pensar que Visa, en uno de esos geniales descubrimientos de la seguridad informática, te obliga a usar una password de 8 caracteres, los 4 primeros numéricos, que caduca a los 90 días y que te impide usar cualquiera de las passwords utilizadas previamente. Pero si te olvidás la sesión abierta, alpiste.
Mando el correspondiente reclamo, el cual es contestado el mismo día por el automático y dos días después, el 3 de febrero, con un “Hemos registrado su mensaje. A la brevedad recibira nuestra respuesta.”
500 leguas al norte… ah, no eso era de Les Luthiers.
3 días mas tarde, el 6 de febrero, insisto.
Igual que el 14 de febrero, donde encima, veo que el plan de 6 cuotas que acepté, aun sin querer, ni siquiera había sido considerado y me estaban descontando el total del impuesto.
Recién el día 2 de marzo, 29 días después, y con el impuesto ya vencido, las quejas presentadas en el banco (porque Visa solo tiene 0800 para los clientes Platinum, o sea, los que pueden pagar las interminables esperas de su call center), el resumen ya pagado y la bronca a flor de piel me llega el siguiente mail:
En respuesta a su mensaje electronico, registrado bajo el numero 31XXXX, y para dar curso a su reclamo, deberá hacernos llegar una nota firmada por el titular de la tarjeta en la que haya ingresado el consumo; en la misma debe constar la siguiente información: datos personales (nombre, dni, tel contacto), nro de tarjeta, aclarar lo sucedido, detalle del consumo, firma y aclaración.
¿No era que las empresas privadas eran mas eficientes que las empresas estatales? Turco, no te mando a que te mueras porque todavía queda la posibilidad de que te encierren hasta que eso pase.
Pero, y por si les parece poco, resulta que estas tarjetas tienen un poco trastocado el concepto de “crédito a favor del cliente”.
Hace un par de meses pagué la transferencia de unos dominios de un registrar a otro. Pero una de las transferencias se decidió cancelarla, por lo que el registrar me dió la posibilidad de mantener el crédito en la cuenta o que me lo devolvieran a la tarjeta, eligiendo esto último (es que USA no está ahora como para dejarles un dolar a mano, capaz que llaman a Cavallo y pesifican todo)
La cuestión es que Visa, para cobrarme las transferencias, espera hasta el día en que uno paga para convertir los dólares a pesos.
Los créditos no los devuelve si uno no reclama, pero, para devolverte la guita, toman en cuenta la fecha en la que vos pediste la devolución, no te los devuelve a la cotización del día de pago del resúmen como en el caso de los débitos.
Lo cual, y según mi interpretación, podría ser violatorio del art. 26 de la Ley 24240 de Defensa al Consumidor que dice: “Reciprocidad en el Trato. Las empresas indicadas en el artículo anterior deben otorgar a los usuarios reciprocidad de trato, aplicando para los reintegros o devoluciones los mismos criterios que establezcan para los cargos por mora.”
Mierda, son centavos, pero estas empresas son tan hijas de puta que hasta esos centavos son capaces de cagartelos como si de ello dependiera su subsistencia.
¿Será entonces, como puse en el título, que las crisis los pone mas pelotudos?
Digo, en un escenario de retracción del consumo, esos yupies que la van de gerentes deberían hasta ofrecer el culo con tal de que los clientes sigan siendo clientes, sigan comprando con tarjeta y si es posible, que compren mas aun todavía.
No podés, en plena crisis, tratarlos tan mal como para que se te vayan o vuelvan a considerar la tarjeta como un elemento disponible para situaciones imprevistas. Son los que te dieron de comer todos estos años, los que te permitieron que compraras ese trajecito italiano, esa PDA, los anteojos negros de marca.
Son los que te van a permitir, ahora, evitar que el gran Papá Visa te ponga un boleo en el ojete y te lo deje del tamaño suficiente para que entren los anteojos, la PDA y hasta el traje italiano.
No se, si no fuera Argentina, a estos tipos ya les hubieran metido una multa para que aprendan. ¿Llegaremos algún día a ser un país en serio?
Comentarios recientes